Esta mañana se han superado:
Javier, si tu guerrero del amor es muy pequeñito, puedes perder esta guerra. Traducción libre.
Desde luego es un detalle por su parte que se preocupen por el curso de esta guerra, no digo que no, pero, hombre, soltar los consejos así tan de sopetón... No sé, ahí les ha faltado algo de talante, pienso. El redactor, todo un poeta frustrado (mucho), ya puestos (y hay que estar muy puesto para escribir así), podía haber optado por recurrir a la autoridad de los sabios, que siempre da más lustre, con algo así:
Me imagino que al internauta crédulo (y cojitranco) se le planteará la siguiente pregunta: "¿Y cómo coño se han enterado? Ya sabía yo que no había que poner el wifi en casa, maldita sea".
En fin, sirva esta entrada para agradecer desde aquí la preocupación que el spam se toma por mi persona. No obstante, hago saber:
- A, no necesito viagra, mi guerrero del amor se incorpora para el combate sin muletas.
- BE, no quiero que alarguen ninguna parte de mi cuerpo, esto es, mi guerrero tiene unas proporciones suficientes para causar bajas en el enemigo y que puede ser que pierda alguna batalla pero no pienso perder la guerra.
- y CE, no quiero dinero gratis ni participar en ningún concurso; me encanta levantarme a las 7 de la mañana y legaña en ristre llevar de paseo a mi guerrero del amor ocho horas diarias para que conozca mundo.
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