viernes, 25 de abril de 2008

Diccionario de las Preguntas Vacuas


Reconozco que me puede.
Es superior a mí.
Cuando alguien hace una pregunta trascendente pero que nadie espera que se conteste sinceramente... voy y lo hago.
Por descolocar, supongo.
Ya saben de lo que hablo. Esos "¿Cómo estás?", "¿Qué tal andas?".
Normalmente, soy un tipo bueno y sociable y contesto "Bien, y tú...". Pero a veces...

... a veces la pregunta me parece tan descaradamente hipócrita que no puedo dejar pasar la oportunidad. Mi frase favorita es:

- ¿Qué tal tú de lo tuyo?

Es... tan genial... Lo que suelo hacer en esos casos es contestar con algún discurso evasivo que no dé pistas sobre mí pero haciendo partícipe al interlocutor de una falsa intimidad. Del tipo:

- Bueeeeeno... tú ya sabes como son estas cosas. Depende del cristal con el que se mire, vaso medio vacío o medio lleno. Tú ya me conoces con estos temas, siempre intento hacer las cosas en su justa medida aunque uno no siempre se ve recompensado... Pero qué te voy a contar a ti que no sepas. De todas formas, un día quedamos y charlamos sobre el asunto frente a un par de cervezas.

Esta absoluta vacuidad me fascina. Esa atracción por perpetuar el vacío que supone una cierta persona para nosotros...

En fin, ayer tarde me preguntaron: - ¿Qué tal todo? Y, ¿saben qué? Contesté.
Sobre todo.

Tardé un rato ante la mirada atónita de la chica, que, contra todo pronóstico, quedó mucho mejor informada sobre mí de lo que están mis amigos más cercanos...

3 comentarios:

Unknown dijo...

Para algunas cosas somos demasiado parcos en palabras, ó, por el contrario, creamos barrizales dialécticos de categoría.

Un servidor, en casos como el suyo, es ferviente seguidor del primer grupo.
Suelo agarrarme, como si la salvación del planeta dependiese de ello, a la palabra “bien”, aunque me esté pasando un camión de dieciocho ruedas (las nueve del lado pertinente) por el pie izquierdo. Con eso, y con un despliegue de puro desinterés latente por extender la oratoria, felizmente, la gran mayoría del sector social “anónimo interesado” se contenta y claudica en sus sinceros intentos de saber.

¡Ahhh, bendita economía de la comunicación!

Por cierto, ¿qué tal le va?

Siempre mío,
Capitán Mazas.

Don Nadie dijo...

Aprovecho este su primer mensaje para darle la bienvenida al blog.

Y digo que aprovecho ahora porque estoy seguro de que a medida que avancen sus colaboraciones con este sitio, se me van a ir quitando las ganas de agradecerle nada... ;-)

Jon Doe dijo...

Todavía arrepentido de haber dado el sí quiero en minúsculas minúsculas con la boca pequeña del cuello de mi solapa y la nariz tapada, te doy la bienvenida, SoyUnaCol.

bienvenido

Tanta paz traigas como desconoces.