miércoles, 30 de abril de 2008

Lady Cosecha Amarga



Billie siempre había sufrido en carne propia la brutalidad del racismo. A pesar de ser una cantante que ya vivía de sus ventas holgadamente, había pasado por situaciones muy duras. El color de su piel mestiza le ocasionaba problemas en los bares de blancos, en los que no le dejaron cantar durante mucho tiempo (hasta que se la vio con Benny Goodman) y en los de negros tampoco era mejor, allí sufría una especie de racismo reactivo... No era negra sino mulata, así que la despreciaban e insultaban. Por su color y por tocar clubes de blancos.

Para actuar en estos bares, llegó a pintarse con tizne para parecer más negra. Y la obligaron en otros lugares a subir en montacargas en vez de en el ascensor. Y le robaron un vestido porque una negra no podía vestir cierto tipo de ropa elegante. Y tuvo que huir literalmente de más de una ciudad del sur por intentar cantar alguna canción con mensaje antirracista.

La historia no era nueva. Su padre murió por una hemorragia que nadie quiso atender.

En este contexto, el poeta y compositor Abel Meeropol se desenvolvía malamente. Era judío, descendiente de una familia rusa, de ideología de izquierdas y, por si faltaba algo en aquella américa ultraconservadora, afiliado al partido comunista. En cierta ocasión vio las fotos de los linchamientos y ahorcamientos de dos jóvenes negros y le impresionaron profundamente... Compuso un poema llamado Bitter Fruit que publicó con seudónimo y al que más tarde puso música para que lo cantara su mujer (ya como Strange Fruit).

El encargado de uno de los locales con más renombre del momento, el Café International, se quedó impresionado al escuchar aquella música tan elocuentemente certera y puso en contacto a Billie con Meeropol.

Billie tuvo muchísimas dudas. Después de lo que le había costado llegar a los escenarios, era un riesgo grande que le privaba de una parte importante de su público, que aceptaba que una negra cantara bien pero no que les diera "clases de moralidad". Finalmente se decidió y habló con su discográfica. Ésta, se negó en rotundo. Un rotundo muy rotundo. De los de "no la grabes o te meterás en líos muy serios". Billie, que era muy cabezona, se fue a grabarlo a un sello independiente con técnicos de sonido negros que no le pusieran problemas.

Y, desde aquel momento, allá donde tocaba la cantaba con el último bis. No esperaba al aplauso porque no sabía cómo iban a reaccionar las gentes del público. La cantaba con los ojos cerrados, o mirando al infinito para no distraerse con las caras de aprobación o desagrado de los que tuviera enfrente y antes de que la aplaudieran (o no), desaparecía del escenario. Su técnico de luces, habitual en sus giras, ya estaba al tanto y encendía los focos en cuanto pronunciaba sus últimas dos palabras, Bitter Crop, cosecha amarga, expresión que Billie siempre quiso como nombre para su biografía y que los editores nunca permitieron.

Y así, Lady Cosecha Amarga hacía de sus actuaciones y de su vida en general, una huída perpetua ...



Traducción de Strange Fruit:

Los árboles sureños brotan una fruta extraña,
sangre en las hojas y sangre en la raíz,
cuerpos negros que se balancean en la brisa meridional,
fruta extraña que cuelga de los árboles del álamo.

Escena pastoral del sur galante,
las cuencas de los ojos vacías y la boca torcida,
olor a magnolias, dulce y fresco,
y, repentino, el olor de la carne ardiendo.

Aquí está la fruta para que los cuervos desplumen,
para la lluvia arrugue,
para que el viento aspire,
para que el sol descomponga,
para que los árboles caigan,
aquí crece una extraño y amarga cosecha...

Aquí está la fruta para que los cuervos desplumen,
para la lluvia que arruga, para que el viento la aspire,
para que el sol descomponga, para que de los árboles goteen,
Aquí se da una cosecha extraña y amarga.

martes, 29 de abril de 2008

Música para estar lejos

Leo la sección de cultura a través de internet para escucharla, para verla moverse. Esta vez leo una entrevista a Toumani Diabaté.

Dice cosas interesantes, entre otras, que "el astrofísico Cheik Modibo Diarra, que trabajó en California para la NASA, colocó música de Toumani Diabaté en las estaciones espaciales: 'Cada mañana mi música despertaba a los astronautas'.".

Y me lo imagino.

Esa gente, que está viendo por un ojo de buey al mundo como una bola de Chaplin en un fondo negro moteado. Más que hermoso tiene que ser sobrecogedor. Sentirte de la dimensión de la nada más ínfima. Pensar. Supongo que pensar mucho. No sé en qué, pero mucho.

(Claro que también me imagino en un momento trascendente para la humanidad dilucidando la oscura razón que me llevó a no mear antes del asunto, del Asunto en realidad. Esas cosas de uno que ayudan a la más indigna humildad.)

((Dios a ver cómo levanto el post ahora:))

Volvamos a la estación espacial, al ojo de buey, a la bola sobre fondo moteado, a la dimensión nada.

Me imagino la responsabilidad de escoger una música para el momento. Tardaría meses en decir que me declaro incapaz.

Y veo y escucho a Toumani Diabaté. Y me parece una buena elección para imaginarlo y estar a la vuelta del ojo de buey viendo un mundo fuera de debajo de los pies de uno. Uno nada.

Imagino.

Y pienso mucho, no sé en qué, pero mucho.

Imagino. Y estoy allí. Un poco.

Bendita miope imaginación.

Wii (güis)

Pues será divertidísima, pero a mí la wii me parece muuuuuuu cansina.

La belleza se llama Chuck Norris


Hay algunas cosas, pocas, que emocionan al más pintado.

Recuerdo, hace poco, una en concreto. La historia de una pingüina emperador de Pelo-Pico-Pata, o como quiera llamarse el programa, que, tras una herida en la aleta, había tenido que recibir atenciones especiales de su cuidador, y se había enamorado de éste. Así que cuando era hora de devolverla con sus amigos pingüinos ya pasado el tiempo, la pingünia se volvía y enterraba la cara en las piernas del cuidador, y le ponía su aletita en la rodilla. Hasta que se echaba al agua y la naturaleza podía con ella, y se iba nadando. Y el cuidador se queda llorando en la piedra.

O cuando una brillante tarde de junio una niña de cinco años me regaló su plastilina azul porque no encontró mejor forma de decirme que me quería.

Y, hace unos días, me arrebató la emoción y me llevó casi al borde de las lágrimas cuando vi el comic de Chuck Norris. Después de años de verle pegar patadas al aire que se quedaban a 35 cm. de la cara del supuesto Malo Maloso de turno en su serie. Después de asistir a ese movimiento freaky en internet al respecto de lo que podía o no podía hacer ("Chuck Norris puede dividir entre infinito"). Después de que mi alter-ego tuitero le dedicara su ya clásico: "Chuck Norris puede escribir tuiters de 141 caracteres" .... después de todo eso descubro el comic que encabeza esta entrada.

Les juro que hay mañanas francamente hermosas...

lunes, 28 de abril de 2008

Elefantarte

Contra todo pronóstico, a veces, me sorprendo.

¿Un ejemplo? Esta mañana. Resulta que hay un proyecto denominado "Proyecto de Conservación del arte del elefante asiático" que se encarga de gestionar el incipiente (y en franco desarrollo) mercado de los cuadros pintados por elefantes. Parece que hay un boom en lo que respecta a las ventas de este tipo de pinturas, que pueden alcanzar hasta los 3000 dólares, creando a su alrededor un inusitado interés, con gente dedicada a interpretarlos e incluso escuelas de pintura de elefantes (¡!).

Según comentan, hay cuatro:

- Escuela Norte, llamada "de tendencia lírica". Un ejemplo es este cuadro, Breath of Orange roses:







Este cuadro fue pintado por un joven elefante llamado Jojo (el de la foto) y se vendió en Christie´s. Hay una biografía del bichito este en la página donde venden sus cuadros.


- Escuela Centro, llamada "de tendencia oscura" por sus colores morados, violetas y negros... El cuadro se llama Big Bath:







Este lo ha pintado esta monada de elefanta llamada Wanalee, muy jovencita, parece que tiene 10 años. Según comentan, su pintura presenta un característico "dramatic sweeping arc style". Vende habitualmente en la Bloxham's Gallery de Londres.


- Escuela Sur, llamada "de tendencia azafrán", porque utilizan oros, cobres, púrpuras, plateados y azafranes. Un cuadro que lo representa es Keep on moving:







Está pintado por Ramona (les juro que es cierto), una elefanta de Sumatra, nacida el 27 de Febrero de 1995. Es esa guapura que les he puesto más arriba. Por ahora, no vende en grandes salas. Dadle un tiempo que promete mucho.


- Escuela Dos, llamada así por crear los cuadros en dos fases, una en la que pintan todo el cuadro de un color y otra en la que pintan figuras encima. El ejemplo lo da este "Cloud before rain":







Lo pinta Seng Wong, uno de los artistas más apreciados en el mundo. Es el pollo ese que está al lado del cuadro. Él es de Bali y, al parecer, la peculiaridad de su pintura radica en el hecho de que nació en la naturaleza salvaje, no en cautividad, y tiene un mayor poder de abstracción.

Alucinante.
Si alguien quiere abundar más en este tipo de pinturas, o saber las biografías completas de los elefantitos (que están), o incluso COMPRAR una de sus pinturas, que acuda a esta página:

http://www.novica.com/

...y ponga "elephant paintings" en el buscador.
Hay libros dedicados a este tipo de arte. Parece que la Biblia del arte elefantino se llama "Cuando los elefantes pintan", de Mia Fineman, una profesora de Yale. Está traducido a cinco idiomas (no el español).
Hay círculos de discusión e interpretación de sus pinturas, simposiums, encuentros anuales de compradores, subastas benéficas ...

Y luego me dicen a mí...

sábado, 26 de abril de 2008

Porque tú me lo pediste

Porque es sábado, porque es abril, porque la metereología actúa en consecuencia, porque el escarnio atávico me motiva, porque el autor, Iñaki Novellón, no será una estrella porque no le da la real gana, porque es oscuro, porque yo también, porque vas a subir el volumen de los altavoces hasta un nivel imprudente, porque es sábado,
porque sí,
porque tú me lo pediste:


viernes, 25 de abril de 2008

Diccionario de las Preguntas Vacuas


Reconozco que me puede.
Es superior a mí.
Cuando alguien hace una pregunta trascendente pero que nadie espera que se conteste sinceramente... voy y lo hago.
Por descolocar, supongo.
Ya saben de lo que hablo. Esos "¿Cómo estás?", "¿Qué tal andas?".
Normalmente, soy un tipo bueno y sociable y contesto "Bien, y tú...". Pero a veces...

... a veces la pregunta me parece tan descaradamente hipócrita que no puedo dejar pasar la oportunidad. Mi frase favorita es:

- ¿Qué tal tú de lo tuyo?

Es... tan genial... Lo que suelo hacer en esos casos es contestar con algún discurso evasivo que no dé pistas sobre mí pero haciendo partícipe al interlocutor de una falsa intimidad. Del tipo:

- Bueeeeeno... tú ya sabes como son estas cosas. Depende del cristal con el que se mire, vaso medio vacío o medio lleno. Tú ya me conoces con estos temas, siempre intento hacer las cosas en su justa medida aunque uno no siempre se ve recompensado... Pero qué te voy a contar a ti que no sepas. De todas formas, un día quedamos y charlamos sobre el asunto frente a un par de cervezas.

Esta absoluta vacuidad me fascina. Esa atracción por perpetuar el vacío que supone una cierta persona para nosotros...

En fin, ayer tarde me preguntaron: - ¿Qué tal todo? Y, ¿saben qué? Contesté.
Sobre todo.

Tardé un rato ante la mirada atónita de la chica, que, contra todo pronóstico, quedó mucho mejor informada sobre mí de lo que están mis amigos más cercanos...

jueves, 24 de abril de 2008

Unos

Dos. Una y Uno. Uno en Una. Dos en Uno. Dos.

Una expulsa un ruido. Entre espiración fuerte frotando contra las paredes de la boca y brisa bronca.

Uno para. Suave. Tonto. Estando en fuera de Una.

Uno: ¿Te hago daño?

Una: Sí, por favor.

Dos. Unos.

miércoles, 23 de abril de 2008

Lo frío de la sabana


Ni con los análisis.
Ni con las ecografías.
Ni tan siquiera cuando te enchufan por primera vez los altavoces y escuchas su corazón galopando a ritmo impensable, consigues entenderlo.
Luego vienen los cursos, las monitorizaciones, el hospital… todo rodeado de una especie de filtro que le cambia los colores, como en el cine americano.
Todo te parece muy verde.
Muy azul.
Vas coleccionando los lugares comunes que luego narrarás.
“Justo me crucé con una pareja de ancianos que lloraban, lo que es la vida…”
Pero la esencia, no la entiendes.

Y al rato, te dicen que enhorabuena, que todo cambió.
Y la ves, y le ves, y te pasa como cuando estás tan cansado que no puedes dormir.
Tan emocionado que no te puedes emocionar.
Le pones el meñique y lo agarra, y dices: “Ya está. Ya no me suelta”.
Y se te queda ahí agarrándote por dentro con su manita inconcebible.
Y le das un beso a ella.
Y todos actuamos como nos toca actuar en esta ceremonia del nacimiento.
Las pequeñas lágrimas que te toca mostrar.
Los nervios que se te caen por el doblez del pantalón.
Las muescas de la puerta por la que se la llevaron sabidas de memoria.

Pero ni siquiera cuando tus padres te hablan de ser padres, entiendes nada.

Y no lo haces hasta que, bien llegada la noche, cuando todos se han ido y estás a solas con ellos, les miras y les ves aprendiendo a ser dos, en lugar de uno.

Tú te quedas fuera mirando, como uno de esos ángeles de El cielo sobre Berlín, ayudando, haciendo la vida más fácil, soplando bellezas, pero fuera, al fin y al cabo…

Y la ves a ella, débil por el día irrepetible pero luchando por no dormirse, por aferrarse a la consciencia de tenerle cerca, con la cara vuelta hacia la cuna, con los ojos cabizbajos arrasados de sueño.
Y le ves a él, con apenas medio día de estar en este mundo, con la cara vuelta hacia el olor de ella, agotado de nacer pero luchando por no dormirse porque ya no siente su latido rodeándole.

Yo apago la luz.
El niño rompe a llorar.
Ella le susurra algo.
Se calma un poco pero poco.
Ella rompe a llorar.
Le susurro mimos.
Se calma un poco pero poco.
Yo rompo a llorar.

Ahora sí, lo entiendo.
Nada de lo que se puede decir podrá calmarnos.
Les tomo de la mano y los tres nos quedamos llorando bajito, acariciándonos el pelaje como animales huérfanos, asustados por lo frío de la sabana…

Astenia primaveral

Sin lugar a dudas prefiero la astenia primaveral a la abstinencia primaveral.
¿O no?

miércoles, 16 de abril de 2008

La máquina increible

Es inevitable, cada vez que lo veo me sorprende con un detalle nuevo. El tío es buenísimo.

Monta instalaciones reales al modo del juego Incredible machine, pero con un virtuosismo y una imaginación mismamente increibles.

(Ya, la música es un pelín cansina... pero, yo, al menos,le he acabado encontrando el encanto;)

martes, 15 de abril de 2008

Barrio caminable

Caminable. Paseable. Traduzco "walkable".

En la página Walk Score ofrecen una herramienta para medir cuánto de caminable es una dirección, es decir la cantidad de cosas que puedes hacer sólo contando con las piernas.


Utiliza google maps y busca establecimientos cercanos, trata esos datos con un algoritmo propio para dar una valoración de cero a cien...

Mi barrio según Walk Score es 12 paseable, es decir que necesito transporte motor como el comer, lo sospechaba, pero verlo así, en forma de número da un poco más de cosa la verdad :(

¿Y tu barrio? ¿Cómo es de "caminable"?


Vía: Joel on Software

sábado, 12 de abril de 2008

Lo hallado

Leo en el país sobre Micah P. Hinson. Busco un poco por internet y me encuentro Beneath the rose (Bajo la rosa):

El mejor final

El mejor final para el mejor principio. Bienvenido, pequeño Nicolás.

lunes, 7 de abril de 2008

He llegado...

...y como siempre que llego a un sitio nuevo, me doy a las catástrofes que atesoro y me pregunto cuánto me queda para irme en lugar de repantingarme, poner los pies con calcetines de dedos encima de la mesa, sacar barriga.
Pero me conozco y estoy acostumbrada a mi inconstancia.

Hoy es un día que parece de los febreros más feos de todos y me quiero creer que aún no me he levantado del sofá de ayer.
Otros días soy esa de la que llegas hablando a casa "He visto a una en el metro que iba sonriendo!!" como el papá de Mafalda, masoquista en transporte público.

No es fácil. Aquí mi microrrelato de hace unos días:

"Me desperté y supe de inmediato que esta vez Luis se había enamorado de otra.
Cambié de postura, antes diagonal y ahora burruño, sobre el calor que había dejado puesto antes de irse.
La foto seguía ahí y no pude evitar estirar la mano sacándola de debajo del edredón y darle la vuelta para leer: "París, 1999".

Se me cayeron encima de golpe todos los olores de aquel otoño en el que hacía un frío inusual y paseábamos, yo agarrada a su índice, él a su constante entusiasmo.
Y la respiración con vaho de las escaleras del Sacre Coeur, y las carreras para cruzar las avenidas y mi sombrero granate abandonado en un banco.

Luis no iba a volver. Ni a París, ni conmigo."

Os agradezco este hueco de ceros y unos, sé que no explico nada, pero es porque no hay nada que explicar.

sábado, 5 de abril de 2008

Cuadradito gris

¿Y quién no ha sido/es/será en ocasiones un cuadradito gris/simpático/triste/solo/pequeño, eso sí, con sombrero?



Zachiti le'ehov, canción de Ivri Lider. Del disco Ze Lo Otto Davar ("No es lo mismo"). Formó parte de la banda sonora de "Caminar sobre el agua".

Traducción de la traducción, libre (mucho). Hebreo->inglés->español.


Gané el amor

Y cuando el sol se borra en el cielo
y mi corazón gotea
a través de mis ojos marrones
recuerdo, entonces, que hay manos
que me quieren de cerca.
Sé que yo gané el amor.

Y cuando el viento en la tarde
se propaga en pequeños brotes
y el mientras tanto es agradable
recuerdo, entonces, que hay ojos
que me ven de cerca
y sé que yo gané el amor.
Sé que gané el amor.

Y aparece el sol sobre el agua
y otro día gris comienza, y el mientras tanto se vuelve absurdo
recuerdo, entonces, que hay labios
que me quieren de cerca
y sé que gané el amor
y recuerdo que hay labios
que me quieren de cerca,
sé que gané el amor.

jueves, 3 de abril de 2008

Los tiburones, que son suaves...



Lo cierto es que apenas fui consciente.
He tenido desde pequeño una discreta tendencia a escribir con un idioma elocuente. Me encanta utilizar palabras grandes en lugares chiquititos, de tal forma que cuando uno hable de la soledad, no se refiera a LA SOLEDAD que todo lo anega, sino a esa fierecilla que nos divisa y pretende desde lejos, que espera que nos distraigamos para lanzarse a por el alimento que recubre nuestros huesos.


Por eso, desde que le llevé al concierto tengo la sensación de que el amor es un artilugio incomprensible.

Tiene poco más de tres años, y está en esa fase en la que no se mira el mundo, sino que se devora. Corre cuando me ve, y aunque me abraza poco, para él es más importante la carrera que me dedica. Eso sí que es demostrarme lo que me quiere, bamboleándose con su equilibrio de peonza rota, bordeando el desastre de la caída cada dos pasos, hasta que se encuentra con mi pierna y se encarama a mi pie y me mira esperando un juego, el que sea que se me ocurra inventar pero que le tenga a él en el centro.


Este niño que me ocupa la ternura, no es niño por la edad.

Es niño porque mira a los ojos a la criatura del invierno, y se ríe.


En su mano me construye un estuario para el viento. Lo sopla. Me lo lanza. Dice: “Gaaaaande”.
Me habla de los peces gordinflones, que es su manera de refierse a los globos de Nemo y Doris. Me dice que no me asuste de los tiburones, que son suaves y no hacen nada ni a los pequeños, que es su hermano recién nacido, ni a los medianos, que es él, ni a los grandes, que soy yo.

Y se ríe.


Me da la mano cuando me quiere enseñar las cosas. Es una lección que me gustaría no olvidar. Para enseñarle algo a alguien, no decirle “Ven”. Ir, cogerle de la mano, y traerle a tus lugares.
Me alcanza con su manita petulante y me lleva.
Le digo que el número tres me hace flojear y me quedo lacio en el sitio.. Él entiende la broma y empieza a contar.


Uno, dos, (sonríe con cara de malo), cuatro, cinco, seis…
Yo silbo haciéndome el desentendido.
Él dice: “¡TRES!” y yo me quedo en el suelo hecho una pelota.


Y se ríe tanto.

miércoles, 2 de abril de 2008

Warrior of love

Es superior a mis fuerzas, cierto spam me hace mucha gracia. La imaginación que le echan al asunto. El gracejo para para vender todo tipo de solución para un mismo tema.

Esta mañana se han superado:

"Javier, if your warrior of love is too small, you may lose this war."

Javier, si tu guerrero del amor es muy pequeñito, puedes perder esta guerra. Traducción libre.

Desde luego es un detalle por su parte que se preocupen por el curso de esta guerra, no digo que no, pero, hombre, soltar los consejos así tan de sopetón... No sé, ahí les ha faltado algo de talante, pienso. El redactor, todo un poeta frustrado (mucho), ya puestos (y hay que estar muy puesto para escribir así), podía haber optado por recurrir a la autoridad de los sabios, que siempre da más lustre, con algo así:

"Javier, recuerda la máxima de Sun Tzu, la guerra del amor no la ganan los enanos."

Me imagino que al internauta crédulo (y cojitranco) se le planteará la siguiente pregunta: "¿Y cómo coño se han enterado? Ya sabía yo que no había que poner el wifi en casa, maldita sea".

En fin, sirva esta entrada para agradecer desde aquí la preocupación que el spam se toma por mi persona. No obstante, hago saber:

- A, no necesito viagra, mi guerrero del amor se incorpora para el combate sin muletas.

- BE, no quiero que alarguen ninguna parte de mi cuerpo, esto es, mi guerrero tiene unas proporciones suficientes para causar bajas en el enemigo y que puede ser que pierda alguna batalla pero no pienso perder la guerra.

- y CE, no quiero dinero gratis ni participar en ningún concurso; me encanta levantarme a las 7 de la mañana y legaña en ristre llevar de paseo a mi guerrero del amor ocho horas diarias para que conozca mundo.