viernes, 31 de julio de 2009

amor

menos mal que existes, amor

domingo, 7 de junio de 2009

El cuadro

Visito el departamento de recursos humanos para entregar el resultado de una burocracia. En el fondo veo el despacho del director y en la pared un cuadro inmenso de unos hombres acuchillando el suelo.

Sospecho que le gusta porque trabajan de rodillas.

miércoles, 3 de junio de 2009



- Me duele aquí.

La profesora, más nerviosa que el propio niño, se puso a revisar diligentemente su mano desde todas las perspectivas. Buscaba arañazos, cardenales, heridas, magulladuras... algo. Después de la tercera vuelta, se acuclilló y se encaró con el pequeño y sus tres años.

- ¿Seguro que te duele?

Pablo asintió con la cabeza muy fuerte, como escupiendo un veneno, con la seguridad en las cosas que sólo se tiene cuando se es un crío.

- Está bien, vamos al médico, entonces.

Intentó coger su mano pero el niño la apartó bruscamente y le ofreció la otra. Nadie sabe del calibre del daño que cabe en las manos de cartulina de un niño. Con la mirada perdida sintió arder su palma vacía de copo de nieve. Su daño era un daño antiguo, un vacío de dentro. Pero no sabía concluir motivos en las heridas, eso se aprende luego, y tal vez no entendió que le dolía la mano donde hacía apenas unos minutos había estado la mano invencible de su padre. Le dolía el vértigo y el lugar de la huída.

Pablo bajó la cabeza y, protegiendo sus dedos bajo la camisa, se resignó a su primer día de colegio...

viernes, 16 de enero de 2009

Se trata



Al final, sólo se trata de hallarte escondida
en la belleza de los lugares pequeños.

Se trata de que yo intente sorprenderte
con mi despliegue de palabras maravilla
y tú consientas en mi disfraz de espantapájaros,
de hojalata, de león cobarde.
El asunto está en vivir a la búsqueda de los placeres simples,
como el niño que bota su pelota,
o el padre que enseña a su hijo a volar una cometa.

Se trata de desayunar zumos con tostadas
aunque tú estés allí y yo aquí, desayunar juntos
sin prisa.
Se trata de mi compromiso con intentar miradas que
te subleven y te indemnicen los picores.
Idear caricias inéditas. Labios hallazgo.
Hablo de que aceptes las quimeras que me visten
aunque ambos las sepamos harapos.

Se trata de que me enseñes a traducir el viento,
a caminar con barro rutina en los zapatos,
a revelar los misterios de la brizna de hierba,
a quitar los puntos suspensivos en los remites de mis cartas.
El truco está en ver qué le deparan mis manos oleaje
a tu geografía de arena que se desvanece.
En jugar a marejada,
a levante,
a calma chicha.
La historia es desterrar la congoja para reconocerte como a
aquella chica formal por la que perdí las formas.

Se trata, al fin y al cabo, de vestir tan bonitas tus ausencias
que me parezcan una linda forma de estar a tu lado.

viernes, 2 de enero de 2009

Estado de la materia

Observando ese estado de la materia que no acaba de ser ni fregable ni barrible...